domingo, 10 de diciembre de 2006

El Modelo Sistémico en Realidades Consensuales.

Todo abordaje clínico está sustentado en un modo de entender. Existe una unidad indisoluble teoría-práctica, donde la práctica se fundamenta en conceptos teóricos que le dan coherencia y, a su vez, nos mueve a la reflexión y revisión permanente de la teoría.
Nuestro modelo, Sistémico en Realidades Consensuales, se ha configurado apoyándose por una parte, en los conceptos de la Cibernética de Segundo Orden, y por otra, en la Teoría Biológica del Conocimiento de Humberto Maturana.

Comenzaremos dando una muy breve reseña histórica, que sirve de referente para comprender de mejor forma la evolución de nuestros planteamientos actuales.

Alrededor de los años 50 comienzan a aplicarse los conceptos de la Teoría General de Sistemas, en el entendimiento de los fenómenos psicológicos, generándose un nuevo paradigma para la comprensión de los mismos ( Paradigma Sistémico).

De acuerdo a Khun, un paradigma consiste en “realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante un período de tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica. Un paradigma es un concepto del mundo, un esquema o un lenguaje común que permite hacer ciencia sin necesidad de estar discutiendo permanentemente sobre los fundamentos de la investigación”.
Por ende, cada paradigma genera su propio lenguaje, y los paradigmas no son comparables, no se implican ni se desprenden entre sí.

El planteamiento central del paradigma sistémico es que la comprensión de cualquier fenómeno no es posible sin considerar el contexto en que se da.

Esto quiere decir que es indispensable reconocer las interacciones recíprocas que se dan entre el fenómeno y su contexto, en su mutua co-determinación, configurándose el concepto de sistema.

Casi simultáneamente se incorporan a las ciencias sociales los principios fundamentales de la ciencia de la Cibernética, en lo que el antropólogo Gregory Bateson jugó un rol fundamental.

La cibernética es la ciencia de la regulación y el control en las máquinas y los seres vivos (Norbert Winer). Proporciona un modo de entender el operar de los sistemas mediante mecanismos de feedback o retroalimentación.

En nuestra área esto permite asumir que cualquier conducta es simultáneamente causa y efecto de todas las otras conductas que ocurren en un contexto determinado. Surge así la idea de circularidad.

Al centrarnos en las pautas de interacción circular se produce un cambio radical en el lenguaje, de manera que preguntas como “por qué” dejan de tener sentido. En nuestro ámbito pasamos de las explicaciones del “por qué de un síntoma”, a las pautas de mantención de un síntoma y a las preguntas de “para qué” del mismo.

Se constituye así el paradigma Sistémico Cibernético.

Esta visión supone un sujeto (terapeuta) que observa las dinámicas repetitivas de un sistema que tiene existencia en sí mismo, y que es independiente del sujeto que observa. (cibernética de primer orden).
Ambos paradigmas descritos comparten una concepción del fenómeno de conocer (epistemología) que considera una realidad objetiva, ontológica, independiente del que conoce.

La ciencia de la cibernética evolucionó centrándose en los procesos de feedback (de regulación) más complejos y abarcadores, con lo que se inicia lo que conocemos como Cibernética de Segundo Orden.

De manera muy esquemática, ésta plantea que un mecanismo de feedback es regulado por otro más abarcador, que, a su vez es regulado por otro más amplio, y así sucesivamente hasta llegar a aquel orden superior de proceso de feedback que abarca y regula todos los procesos de feedback que se dan al interior del sistema. Este es el nivel de autorregulación en que no hay ni “input” ni “output” con relación al medio.

En otras palabras, es el nivel de feedback en que se da un cierre organizacional. Si ese sistema se mueve más allá de los límites de su organización, deja de existir como ese determinado sistema.

Este nivel de proceso de feedback es el que define, genera y mantiene la autonomía del sistema y corresponde a la identidad del sistema.

Si hablamos de sistemas autónomos, organizacionalmente cerrados, que se rigen por sus propias reglas (o mecanismos), por lo tanto autoorganizados, tenemos que pensar que en
consecuencia son auto referenciales, por cuanto su relación con el medio no puede darse sino, desde su propia organización.

Los seres vivos, y, por lo tanto, los seres humanos, son sistemas autoorganizados. Es con relación a este punto que Von Foerster, (físico que ha desarrollado los conceptos de la Cibernética de Segundo Orden), destaca el concepto de observador.

La autorreferencialidad postula que, dado que el observador es parte de lo observado, toda descripción es a partir de sí mismo. La repercusión de estos desarrollos fue fundamental, ya que llevó a un cuestionamiento inevitable de la objetividad de la realidad.

Si no podemos prescindir de la autorreferencialidad en nuestras percepciones y descripciones, entonces,

¿QUÉ OCURRE CON LA OBJETIVIDAD?

Desde esta perspectiva, que llamaremos “de los sistemas observantes” o de los sistemas que observan, la objetividad no es posible, porque en el fenómeno del conocer, lo que distinguimos, lo que observamos no es una realidad independiente de nosotros, lo observado ya es parte del observador.

Si desde el ángulo de la autorreferencialidad, la objetividad deja de tener sentido, otro tanto ocurre con la subjetividad.

¿Qué sería la realidad entonces?

Para Von Foerster, la realidad consiste en un marco de referencia válido para, al menos dos observadores.
Estos planteamientos ponen en el tapete, más allá de un cambio paradigmático, un cambio epistemológico, es decir en el ámbito de cómo conocemos.

SER VIVO Y NICHO ECOLOGICO

Ahora bien, un sistema vivo se da en relación con un medio, siendo esta circunstancia de enorme trascendencia ya que a la base se encuentra el hecho de que el sustento biológico de la vida no contrapone individuo y colectividad.

Cada interacción entre el sistema y su medio incide en un cambio estructural, tanto del organismo como del medio, que a su vez gatilla cambios en la interacción. Así, tenemos que, organismo y medio cambian juntos y en correspondencia estructural el uno con el otro.Importa aclarar la significación de esta correspondencia estructural para evitar que se interprete equívocamente, con relación a que ni medio ni sistema pueden tener interacciones “instructivas” con el otro. Cada cual va cambiando su dinámica estructural de acuerdo con la determinación estructural de cada cual. Esta correspondencia se refiere entonces, a que las interacciones, perturbaciones, del sistema con el medio y del medio con el sistema, son tales que les permiten a ambos un cambio estructural sin pérdida de la organización.

Debemos tener presente que al hablar de un sistema vivo que se realiza en un medio, estamos describiendo una situación a partir de la perspectiva arbitraria de observar un sistema vivo en particular, distinguiendo como “medio”, “ambiente” o “nicho ecológico” todo aquello que no es ese sistema vivo en particular.

Aún cuando resulte obvio, es importante considerar que este medio es un conjunto de otros sistemas, vivos y no vivos determinados estructuralmente.

El que este sistema vivo particular perturbe y sea perturbado, por este conjunto de sistemas de manera tal, que su estructura cambia sin pérdida de la organización y en completa armonía interaccional con ese medio, nos permite hablar de acoplamiento estructural.

Entonces, cuando un organismo y su medio se encuentran en una relación repetitiva, recurrente y armónica, decimos que entre ellos existe un acoplamiento estructural.

Estos sistemas quedan acoplados en el plano de la estructura, fenómeno que a su vez, permite la conservación de su individualidad autopoyética en la larga historia de sus interacciones.

Nosotros, como seres humanos, poseemos una organización que nos distingue como tales. Esta organización distintiva se caracteriza por un determinado nivel de complejidad en el funcionamiento del sistema nervioso (cerrado a la información). siendo este nivel de complejidad el que hace posible la existencia del lenguaje.

LENGUAJE

Biológicamente el lenguaje tiene su origen en la coordinación de acciones que va generando una historia de conservación de un modo de vida. Estas coordinaciones, para constituirse en lenguaje, deben ser consensuales.

La consensualidad es la resultante de las interacciones repetitivas y recurrentes en que participan los organismos. Su condición de consensual es lo que lo diferencia de cualquier explicación que describa estas coordinaciones a partir de disposiciones instintivas. Así, Maturana define lenguaje como la coordinación de coordinaciones conductuales consensuales.

El lenguaje entendido de esta manera está íntimamente ligado con las emociones. De acuerdo a Maturana distinguimos “como emociones, disposiciones corporales (que desde ya involucran al sistema nervioso) que especifican en cada instante el dominio de acciones en que se encuentra un animal; y el emocionar como el fluir de una emoción a otra, es fluir de un dominio de acciones a otro”.

Al referirnos al íntimo entrelazamiento entre emociones (disposiciones a la acción) y lenguaje (coordinaciones de acciones), podemos visualizar las emociones como el contexto en que se da el lenguaje y éste ,a su vez, afectando nuestro emocionar .

CONVERSACIONES

El entrelazamiento entre lenguaje y emoción es lo que configura las conversaciones.

Todo quehacer humano se da en el conversar, y, lo que en el vivir de los seres humanos no se da en el conversar , no es quehacer humano. Hasta el razonar como acción, surge de la emoción. Por lo tanto, nuestro bienestar y nuestro sufrimiento dependen de nuestro conversar, y se originan y terminan en él.

El encontrarnos siempre, como seres humanos, en el emocionar, nos sitúa a cada momento en un dominio de acciones posibles, especificadas desde la emoción de ese momento.

El entrar en el espacio de realizar (elegir) una acción y no otra, dentro del dominio de acciones posibles, da fundamento a la comprensión de dos dimensiones adicionales del ser humano:

La responsabilidad, que aparece cuando, en nuestra reflexión nos damos cuenta de si queremos o no las consecuencias de nuestras acciones.

La libertad, que surge cuando en la reflexión sobre nuestro quehacer nos damos cuenta de si queremos o no nuestro querer o no querer las consecuencias de nuestras acciones.

Esto es importante de considerar en el entendido de la circularidad de las dinámicas interaccionales, ya que no infrecuentemente, en esta dinámica circular, las responsabilidades individuales tienden a desdibujarse.

En la dinámica circular de las interacciones, cada uno de los participantes es responsable y libre como individuo, de las acciones que realiza en es interacción.

Hasta este punto nos hemos centrado de manera muy sintética en las propiedades del observador.

Consecuencias a nivel del fenómeno del conocer.

Maturana plantea que estamos en la praxis del vivir, sin embargo todos los seres humanos buscan una manera de explicarse su vivir. Habría dos caminos para darse esta explicación, que resultan mutuamente excluyentes. Uno es con la objetividad sin paréntesis, y el otro es con la objetividad en paréntesis.

El explicarse la realidad con la objetividad sin paréntesis implica tener acceso privilegiado a una realidad “ahí afuera”, independiente del observador. Maturana postula, a nivel de experimentación en la biología, la imposibilidad de la aprehensión de un mundo independiente del observador. Este último camino, por lo tanto, es aquel que considera las propiedades biológicas del observador; es decir, su incapacidad para distinguir con independencia de sí mismo.

Por lo tanto, todo lo percibido va a ser percibido según la estructura biológica de aquel que percibe. Entonces, no cabe el concepto de objetividad, concepto que implica la existencia del fenómeno independiente del observador. Si prescindimos del concepto de objetividad, otro tanto debemos hacer con el de subjetividad, el cual por idénticas razones, también deja de tener sentido.

La existencia humana en el lenguaje configura muchos dominios de realidad, cada uno constituido con un dominio de coherencias operacionales explicativas. Estos distintos dominios de realidad son también dominios de quehacer que generamos en la convivencia con el otro, y que, como redes de conversaciones, (redes de coordinaciones de acciones y emociones), constituyen todos nuestros ámbitos, modos y sistemas (instituciones) de existencia humana. En estas circunstancias, la realidad en cualquier dominio es una proposición explicativa de la experiencia humana.

Dicho de otra manera, la explicación de la realidad constituye la realidad para el que se la explica de esa manera.

El conocer (el vivir) se transforma en llevar a cabo una operación de distinción variando así la concepción del mundo de un universo a un multiverso. Habría tantas operaciones de distinción como sujetos haciendo dichas operaciones, siendo tan válidas las unas como las otras.

Consecuencias sobre Operar terapéutico.

El modelo Sistémico en Realidades Consensuales desarrolla una perspectiva específica para abordar la terapia. Los elementos constitutivos de esa perspectiva se presentan a continuación abordando: El Motivo de Consulta, la co-construcción como modo de operar en terapia, la invitación al cambio y la mantención de aspectos que el sistema consultante no quiere cambiar, objetivos terapéuticos, mecánica terapéutica, cambio terapéutico y actitud y acciones del terapeuta.

Definición de terapia

En términos amplios definimos terapia como el espacio de conversación entre terapeuta y sistema consultante en función del dolor o sufrimiento que los lleva a consultar (Motivo de Consulta), es decir un sistema cuya organizaciones constituye en función del sufrimiento

En este sentido, lo que posibilita la existencia del espacio terapéutico es el sufrimiento que trae el sistema consultante a partir de su propia definición. De este modo, cualquier síntoma por el que consulta un “sistema consultante” es entendido como una conducta definida por ese sistema como “anormal” o como un falla, y que genera sufrimiento; a su vez, cualquier síntoma forma parte de una red de conversaciones repetitivas que fijan posiciones rígidas de los miembros que forman parte de esa conversación.

Una conversación es entendida como el entrecruce entre el lenguaje, la emoción y la acción, siendo el lenguaje una coordinación de coordinaciones conductuales consensuales y la emoción una disposición corporal a la acción que define acciones posibles, por lo tanto, el tipo de conversación en torno al problema que emerge de una emoción determinada, genera a su vez una emoción que sólo puede perpetuar el mismo tipo de conversación, por lo tanto es mantenedora del problema.

De este modo si la terapia tiene por objeto la desaparición del sufrimiento, necesariamente pasa por un cambio en las redes de conversaciones del sistema consultante en torno al problema, lo que a su vez implica un cambio de posiciones, lo que implica un cambio de contexto y a su vez, un cambio en la organización.

Es así que nuestra unidad de análisis a tratar será un sistema. Dependerá de sus componentes el que sea éste un individuo, una pareja o una familia.

Cuando hablamos de sistema lo hacemos pensando en “un conjunto de elementos interconectados que queda definido como unidad por su modo de interacción”. Entendido de este modo, podemos coger su autonomía a partir de su operar como sistema unitario, sistema que tiene una organización y estructura particular, y que opera en el determinismo estructural.

Este modo de entender los sistemas se traduce en clínica en que estamos siempre frente a un sistema consultante único y particu­lar, que aunque los motivos de consulta en sus contenidos sean similares, para abordarlos tendrá que ser siempre desde la particularidad del sistema consultante con que estamos interactuando.

Llamaremos “Sistema Consultante” al sistema que consulta en función de un sufrimiento y “sistema terapéutico” a aquel se conforma mediante la coordinación en el lenguaje entre el sistema consultante y el terapeuta.

Ahora bien la co-construcción será nuestro modo de operar en el proceso terapéutico. A partir de la aceptación de la objetividad entre paréntesis y de la idea de que la explicación de la realidad es la realidad para quien se la explica de esa manera, la co-construcción es el único mecanismo interaccional que genera y permite operar con la realidad para mas de un observador. Para que la interacción que emerja como consecuencia de la co-construcción sea terapéutica, es fundamental conocer la

a) epistemología básica del paciente, su concepción del mundo, su lenguaje, en un sentido amplio y en un sentido específico, y particularmente

b) todo el conjunto de explicaciones que no sólo subyace al motivo de consulta, explicación esencial, sino estar muy atentos a todas las explicaciones que el paciente tiene respecto a la terapia, al terapeuta, y a todo lo que rodea a este proceso. Esto no con fines estratégicos sino para que la co-construcción pueda intentarse como un proceso de coordinación integral a través de la conversación en la que se pueda dar la consensualidad en la danza dialéctica del emocionar y el lenguajear juntos, de modo que el producto de esta interacción sea efectivamente la co-generación de una realidad con una genuina participación de ambos. La eficiencia terapéutica de este tipo de interacción va a depender de que esta se viva desde el que consulta como una constante y dinámica invitación que puede aceptar o rechazar. Esta opción de aceptación o rechazo es parte esencial de la situación, y puede ser vivenciada por el paciente como una opción o conjunto de opciones que él puede escoger, en su condición de alternativas posibles con la máxima claridad de las consecuencias que para él tendrían el escoger estas opciones en términos de costos y beneficios para si mismo.

En nuestro entendimiento el objetivo terapéutico apunta a hacer desaparecer el sufrimiento que subyace al motivo de consulta (si no existiese este sufrimiento el paciente no habría consultado por si mismo). Para lograr este objetivo hay que traer a la mano la posibilidad de algún cambio que sea suficiente, pero que respete todo aquello que el paciente quiere mantener, aunque se aleje de aquello que la persona del terapeuta considera conveniente y/o sano para su propia vida. En la revisión de los aspectos que el sistema consultante desea mantener el terapeuta debe, sin embargo, hacer una invitación a revisar esos aspectos si los mismos están implicados en la mantención del sufrimiento.. Esto significa que toda la gradiente de nuestro entendimiento y experiencia, nuestros planteamientos espistemológicos, el paradigma con que operamos, la teoría más específica que configura este paradigma, el modelo intermedio que hace la traducción entre la teoría y su aplicación clínica, como las técnicas específicas que empleemos, se ponen al servicio de intentar entender el motivo de consulta y enmarcarlo en un contexto clínico operacional.

La mecánica terapéutica y el cambio terapéutico necesario para el logro de este objetivo apunta a:

La destrucción de la organización del cual el sufrimiento es parte. Dependerá del nivel de abstracción escogido para observar si esta puede describirse como un cambio de reglas operativas del sistema, cambio en las posiciones de sus componentes, o cambio de las redes de conversaciones. En un desglose esto significaría:

(a) La destrucción de la organización del cual el sufrimiento es parte. Recordemos que nuestra unidad de análisis es el sistema total. La interven­ción sólo tendrá éxito si desaparece la organización, no si desaparece el síntoma. Un síntoma puede desaparecer, sin embargo, si se mantiene la misma organización, surgirá otro que cum­pla la misma función y mantenga la organización con el sufrimiento como parte constitutiva el sistema.

(b) La facilitación de un cambio en las reglas que definen el sistema. Por regla entenderemos aquellas abstracciones que pueda hacer un observador a partir de la observación de los procesos conductuales que definen posiciones, distribución de poder, mitología, rituales y que configura quiénes participan, cómo y basado en qué explicaciones. En la medida que nuestro análisis se basa en un pensamiento circular estas reglas estarán con­figurando circuitos circulares conductuales en que todos los involucrados son piezas del puzzle que calzan perfectamente, o partes de una coreografía en que todos se están retro-alimentando. Las piezas son intercambiables en la medida que sigan manteniendo la forma de esa posición.

(c) Para que surja una conversación diferente. Citando nuevamente a Maturana, nosotros somos en el lenguaje y en la medida que éste es coordinación de coordinaciones conductuales consensuales, nuestro ser y nuestro hacer es lo mismo que nuestro lenguajear. Podemos distinguir entonces que los sistemas contienen un tipo de lenguajear que se expresa en una conversación particular que está sustentando y realizando el tipo de organización por el cual él o los sujetos llegan a consultar. El cambio en la conversación implica que se produzca un cambio en la emoción. Entendiendo por emoción, de acuerdo a Maturana, una disposición a la acción que a su vez define acciones posibles. Por lo tanto la emoción presente en el sistema consultante sólo permite aquellas acciones que confirman el sistema en la misma emoción.

Cómo se logra?. Se logra mediante conversaciones entre terapeuta y paciente, que no sólo no confirmen el sistema del cual el síntoma es parte, sino que vaya co-creando un lenguaje distinto y consensual posible sólo mediante la coordinación en el lenguajel, desde donde surjan nuevas alternativas de explicación, llevando así al sistema consultante a un cambio de dominio de realidad. La responsabilidad terapéutica radica en la capacidad del terapeuta de traer a la mano de todas las alternativas posibles que surgen de la co construcción no sólo de aquellas que tienen una significación para el sistema consultante sino que esta significación contenga un dominio emocional que les permita recuperar la potencia para una proyección a futuro sin ese sufrimiento como parte de la vida.

A un nivel técnico esto implica que el terapeuta ya en una primera sesión necesita conocer ciertos aspectos del sistema consultante con el cual va a trabajar:

1) si existe el deseo de consultar a partir de un dolor o sufrimiento que la(s) persona(s) no han podido resolver.
2) la definición de problema desde el(los) pacientes. Qué es aquello que desean cambiar por­que les produce sufrimiento (esto implica no operar con categorías psícopatológicas a partir del terapeuta).
3) quién definió esa situación o conducta particular como problema (para conocer quiénes son los involucrados y así definir el sistema del cual el problema es parte).
4) cuáles son las explicaciones que la(s) persona(s) que consultan tienen respecto a la existencia del problema (las explicaciones configuran la realidad, por lo tanto es necesario conocer esas explicaciones para no confirmar el sistema en la misma realidad en que están atrapados).
5) qué desea ese sistema conservar.
El terapeuta a su vez debe conservar a lo largo de las sesiones:
(a) Una visión de totalidad que implica tener constantemente en su mente la unidad de análisis; esta unidad de análisis puede estar compuesta por una, dos o muchas personas, pero se con­ceptualiza como una sola unidad y se comprende de la misma manera.
(b) Una visión de circularidad que implica observación del proceso de mantención del síntoma mediante circuitos conductuales que se retroalimentan y codeterminan conversaciones autoconfirmatorias del problema y emoción autoperpetuante del sistema.
(c) Una permanente e inagotable actitud de curiosidad que se expresa en el arte de generar preguntas que permitan la emergencia de nuevas conversaciones lo que implica un entendimiento diferente y a su vez emociones diferentes que conlleva otra clase de acciones dentro de ese sistema único con el cual se está interactuando.

Este es el territorio donde se encuentran paciente y terapeuta. Ubicados en este territorio, el arte terapéutico consistirá en permitir que emerjan nuevos espacios de conversaciones mediante ir trayendo a la mano diferentes realidades a partir de distintas operaciones de distinción. Estas reali­dades posibles dependerán de la habilidad de ir co-creando alternativas que vayan definiendo nuevos contextos y así diferentes dominios de realidad. El hacer una operación de distinción desde un con­texto particular, genera a su vez un nuevo contexto coherente a ese nuevo dominio de realidad. Es a través de este derivar en la co-creación de nuevos contextos que generan nuevas realidades que se logra un cambio en la emoción, surgiendo nuevas disposiciones de acción, lo que implica un cambio del tipo de conversación coherente a un nuevo dominio y un cambio en las reglas operantes del sistema, configurándose así una nueva organización.

CASO CLINICO

El caso que será descrito a continuación, representa un ejemplo en la práctica clínica, de los elementos conceptuales expuestos más arriba. El mismo toma como unidad de análisis un sistema familiar, el que fue atendido en el Instituto de Terapia Familiar de Santiago, por alumnos en formación cursando el programa de postítulo. Es por esto que existe una supervisión del caso, sesión a sesión, de uno de los directores del programa, razón por la que las descripciones de las sesiones incluyen indicaciones del supervisor, las cuales se definen de acuerdo a las conversaciones surgidas en la sesión anterior.

Esta terapia familiar fue realizada en co-terapia y tuvo una duración de nueve sesiones.

v SISTEMA CONSULTANTE

Papá-Enrique: 37 años, ex-funcionario policial, actualmente cesante.
Mamá-Vania: 34 años, secretaria.
Hijo 1-Fabián: 16 años, 3º Medio.
Hijo 2-Juan: 12 años, 7º básico.
Hijo 3-Alex: 4 años, sin escolaridad.

VANIA ENRIQUE

34 años 37 años
secretaria cesante

FABIAN JUAN ALEX

16 años 12 años 4 años
3º medio 7º básico sin escolaridad
v PRIMERA SESIÓN
• T: ¿Cuéntenos por qué consultan?
• P: Juan tiene problemas de estudio, de depresión, porque no quiere jugar. La orientadora lo mandó a una psicóloga y ella nos envió a terapia familiar.
• M: Vengo por Juan, me preocupa que no participa y es solitario.
• F: Vengo por las mismas razones que mi mamá; ella me contó lo que habló con la psicóloga y yo quiero ayudar a Juan.
• A: (no contesta).
• J: Estoy acá para superar mis notas y mis estudios y otros problemas; quiero mejorarme yo.
• T: ¿Qué otros problemas tienes?
• J: Tengo dificultades para estudiar y concentrarme.
• T: Además de los problemas de estudio, mencionaste otros problemas, ¿cuáles son?
• J: Esos ya los superé.
• P: ¿Juan estas seguro que los superaste?
• J: (no responde).
• T: No tenemos claro cuáles son los problemas que usted menciona.
• P: Lo que vemos con Juan es la punta de un iceberg. Hasta 1995, en julio yo era oficial de la policía. Estuvimos en Arica 1 año y 5 meses y se me ocurrió trabajar con drogas. Un grupo de compañeros, de otra unidad, en complicidad con un traficante me acusaron de tener drogas y fui destituido, arrestado por 18 días y desde ahí sin trabajo. Vania ahora está trabajando como secretaria, fuimos negados por esta sociedad, lo único que podemos hacer es sobrevivir. Esta es la causa de las bajas notas de Juan ( todos lloran).
• T: (a mamá) ¿A usted que le parece?
• M: (llora) Ni siquiera nuestros amigos nos podían visitar, no teníamos qué comer, nos vigilaban, tenemos las puertas cerradas. Queremos vivir y salir adelante, pero no sabemos para qué estamos vivos.
• T: A qué se refiere con que “no sabemos para qué estamos vivos”?
• M: Traté de hablar con gente y nadie nos escuchó, no tenemos medios para luchar, todos nos cierran las puertas.
• P: Yo pensé que había que atrapar a los traficante, pero parece que había que dejarlos traficar y ganarse unos millones, eso parece que es lo correcto.
• T: (a mamá) Aun no me queda claro a que se refiere con “no sabemos para qué estamos vivos”.
• M: Buscamos ayuda y nadie nos ayuda, estamos solos. Hemos luchado y no hay salida. Lo hemos conversado todos y no tenemos para qué vivir.
• P: Tuve 24 años de servicio y ahora pienso que es una opción valida el suicidio.
• T: Fabián, ¿cómo ha sido para ti esto?
• F: Nos traicionaron; me cortaron las alas, soñaba estudiar medicina en la universidad, pero como costearla, cómo surgir. Se burlaron de nosotros, no nos miraron más, nos hicieron mucho daño, nos hacen sufrir a todos, no veo ningún futuro bueno, pero sigo luchando no sé por qué. Yo me siento orgulloso de mi padre, porque es un hombre intachable, yo creo en él. Me siento solo, siento que nadie está conmigo. Siento una angustia en el alma. Mis compañeros van y se compran los libros y materiales, ahora hasta comprarse un lápiz significa sangre, ahora todo es cien veces más difícil que antes. Ahora estoy mucho solo en la casa y cuando estamos juntos hablamos del problema.
• T: Alex, ¿qué piensas de lo que está pasando?
• A: (no responde).
• T: Juan me gustaría escucharte acerca de cómo ha sido para ti este problema.
• J: Lo que pasó me afectó mucho. Bajé mis notas, me cuesta mucho concentrarme, subí algunas notas este semestre, pero bajé otras.
• T: Tú fuiste la excusa para que la familia llegara aquí.
• P: Si. Si no nunca hubiéramos consultado. Habríamos seguido solos tratando de salir adelante.
• M: A Alex, también le ha afectado, aunque era muy chico. Antes le encantaba ir al cuartel, conocía a todos. Luego del problema ya no quiso ir más. No saludó nunca más a los tíos (otros policías), incluso dejó de hablar. A él no le gusta hablar de este tima, siempre se calla.
• T: Cada uno ha reaccionado de forma distinta, pero todos han estado afectados, con mucha pena; pero se ve que ustedes son una familia unida y con mucha fuerza.
• P: Para mi no han cambiado las reglas del juego, y quiero que mis hijos sean honestos, honrados; la escala de valores que tenemos es fuerte y sólida.
• M: Lo más terrible es la impotencia de no tener la oportunidad de defenderse.
• T: Esto fue un impacto para toda la familia, cada uno fue involucrado en esto. Se movieron todas las piezas posibles para dejarlos aislados y todos ustedes sintieron el impacto y la rabia. Fue difícil de entender.
• M: Juan cambió, andaba descuidado, sucio, grosero y cuando le dije, me respondió “ y de que vale ser honesto y decente, mira lo que le hicieron a mi papá”
• T: Pero quizás todos en algún momento se han sentido así (todos asienten).
• F: De qué me sirven las buenas notas y el esfuerzo, si la sociedad no me va a dejar avanzar más allá. Nos quitaron todo.
• T: Cuando uno está viviendo algo difícil, le cuesta ver la otra cara de la moneda. A pesar de todo lo que les quitaron, hay cosas como la unidad y la fortaleza de la familia y tus notas que aun están.
• F: Hasta mis tatas nos rechazaron, se comportaron igual a todos.
• M: Una vecina y una tía nos ayudaron. Los otros querían destruirnos, querían que nos matáramos.
• P: Depende que podamos salir adelante, que nos den ayuda, de lo contrario nos suicidamos todos. Estamos solos.
• T: Pero ahora ya no están solos, estamos nosotros y el resto del equipo. Y los necesitamos aquí para ver qué podemos hacer juntos.
• F: A veces yo no estoy tan convencido de querer morirme. Quizá puede haber algo más, pero no estoy tan seguro.
• P: Si estamos vivos vamos a venir.
• T: Tienen que estar aquí para poder hacer algo.
• M: Yo quiero morirme, estoy cansada, pero creo en Dios y a veces pienso que podemos salir adelante, pero no estoy segura.
• T: Nos vemos todos la próxima semana.
v MOTIVO DE CONSULTA

Aquello que la familia desea cambiar:
La familia, si bien consulta inicialmente, por el bajo rendimiento de Juan, durante la sesión va surgiendo que el verdadero dolor tiene que ver con la humillación y marginación de toda la familia por la destitución del padre de su trabajo. Ellos sienten que la vida en este momento no tiene sentido.

Aquello que la familia desea mantener:
Lo que familia desea mantener, tiene que ver, en primer lugar, con el estar juntos desde una lealtad total entre todos ellos; y en segundo lugar, conservar sus valores de honestidad, responsabilidad y su nivel de exigencia.

v EXPLICACIÓN DEL MOTIVO DE CONSULTA

La familia se explica estar viviendo esta situación de humillación y marginación como consecuencia de la total ausencia de valores en la sociedad (haciendo equivalente sociedad al mundo institucional particular) considerando al mismo tiempo la maldad como es el motor del mundo externo, por lo que los deja sin espacio de existencia con su set de valores en relación con la moralidad, justicia, responsabilidad y honestidad.

v EPISTEMOLOGÍA FAMILIAR

Durante la primera sesión, surge que esta familia se caracteriza por poseer valores muy fuertemente arraigados como la honestidad, la responsabilidad, moralidad, perfeccionismo, respeto a la autoridad y alto nivel de exigencia. Ellos como familia tienen un gran desarrollo del concepto, clave en las fuerzas armadas, cual es sentirse parte de un todo más fuerte e importante, en el cual funcionan con gran cohesión. Esto favorece que al ser destituido el padre, sea toda la familia la que se siente expulsada de esta familia mayor.

v RED DE CONVERSACIONES

Las redes de conversaciones familiares giran en torno a sentirse víctimas de este mundo injusto, inmoral, sin sentido del esfuerzo en ningún espacio, ya que es la maldad la que gana. Esto se apoya en la emoción de desesperanza, impotencia, lo que abre como única alternativa, el suicidio familiar. Cada miembro de la familia manifiesta de la misma forma esta vivencia, solo el hijo pequeño lo hace diferente, a través de su mutismo selectivo.

La red de conversación familiar genera la emoción de impotencia y desesperanza, y esto a su vez define solo un cierto grupo de acciones posibles, las que a su vez perpetúan la emoción.

Podemos observar como inicialmente el trabajo del padre en la casa era vivido por el y la familia como un recordatorio permanente de la humillación de su destitución. Sin embargo, al cambiar la emoción estas actividades comienzan a ser vivenciadas como un aporte para la familia.

De igual manera ocurre con la madre, quien siente desagrado por tener que trabajar, porque esto es obligado producto de tener que sustentar a la familia producto de la humillación vivida. Al ocurrir el cambio de emoción, paralelamente cambia la explicación y el trabajo comienza a ser sentido como el logro de una meta personal.

v ORGANIZACIÓN FAMILIAR

En la primera sesión podemos observar como esta familia se encuentra atrapada en una conversación alrededor de una explicación única basada en un evento pasado, pero que sostiene o explica dificultades actuales que están teniendo. Por esto queremos hacer una descripción de la organización de la familia, que les ha permitido sostener esta explicación única.

Durante años fueron manteniéndose en posiciones rígidas, donde el papá era el que sostenía económicamente a la familia, la madre se ocupaba de la casa y los hijos. En el caso de Fabián, él era el hijo perfecto, exitoso en el colegio, obediente, nunca generaba problemas; Juan, por su parte, presentaba dificultades de aprendizaje, pero al ser estrechamente supervisado por la madre, lograba buenos resultados. Alex, era el centro de atención. Por su edad y tener tanta diferencia con los hermanos mayores, el nivel de exigencia era menor y la tolerancia de los padres frente a sus conductas era mayor.

Por su epistemología esta familia, vivencia la situación de la destitución del padre, como muy feroz y atentatoria de su dignidad. Por otro lado, esta tendencia a mantener posiciones rígidas, favoreció el que no lograran adaptarse a los nuevos requerimientos de la vida, y por el contrario, persistieron intentando funcionar de la misma manera, lo que significó, que, lo que debieron obligatoriamente hacer distinto, lo sintieran desagradable, humillante e inútil. Esto provocó que se mantuvieran en espacios y redes de conversación de gran sufrimiento.

En el momento de consultar, el padre se encuentra inserto en la familia pero afectivamente desvinculado de esta. Realiza algunas actividades de la casa o de supervisión de los hijos, pero las vive como un recordatorio de este evento pasado y de la humillación que sufrió.

La posición de la madre es de estar en el mundo externo, pero muy sobrecargada por ser la sostenedora tanto afectiva como económica de la familia. Además, está viviendo su “sueño” como una imposición, como lo relata más adelante durante la terapia, que era el trabajar, actividad que había anhelado por muchos años.

Con esta dificultad de los padres para reinsertarse en la vida recuerdan la amargura y humillación, manteniéndola, y esto define la relación de ellos como pareja y como padres.

Con respecto a los hijos, ellos quedan sin contención de sus padres y ausencia de proyección futura. Están estancados en su desarrollo.

Fabián aunque tiene grandes logros académicos no los puede disfrutar porque nada tiene sentido y porque no va a poder continuar sus estudios, los cuales eran una meta para él.

Juan explicita constantemente que sus esfuerzos no valen la pena, ya que la sociedad no lo va a dejar avanzar más. El hace una renuncia a cualquier intento de superación.

Alex está estancado, sin exigencias, ni mayores límites y no tiene escolaridad. El es constantemente un recordatorio de las dificultades y problemas familiares a través de su mutismo selectivo.

El suicidio en esta familia surge como la única salida digna frente a este evento pasado. La familia queda marcada por este hecho y por esto inmovilizada.

v SISTEMA TERAPÉUTICO

Durante el desarrollo de la primera sesión, se va generando un acoplamiento emocional, entre la familia consultante y los terapeutas, lo que permite la conformación del sistema terapéutico. Esto va ocurriendo en la medida que la familia se siente escuchada, sostenida y validada en su sufrimiento y en sus valores. A la vez el que los terapeutas se apoyan en lo que ellos traen a la mano, estos mismos valores, pero desde la perspectiva de una conexión a la vida, les hace eco en su espacio emocional y les permite empezar a vivir emociones en esta línea.

v OBJETIVO TERAPÉUTICO

A partir de la redefinición del motivo consulta se definen como objetivos terapéuticos,

1) Abrir espacios de conversación que emerjan de un rescate de la potencia que generan los valores de esta familia.
2) Se le quita así el poder psicológico otorgado al sistema mayor (Sistema Laboral) pudiendo surgir la posibilidad de pertenencia a otros sistemas En segundo lugar y como consecuencia de esto.
3) La validación de la proyección futura de los miembros en interacción con otros sistemas sociales.
v SEGUNDA SESION (Toda la familia)

Indicaciones de supervisión:

- A partir de haberse redefinido el motivo de consulta como se planteó anteriormente, en esta reunión se desea traer a la mano, aquellos aspectos de la epistemología familiar que potencian la vida desde espacios valóricos definidos.

La familia plantea un alivio producto de haber podido hablar del tema, sentirse sostenidos y haber sido escuchados.

Fabián señala sus éxitos durante la semana y esto le abre puertas para la Universidad. Cada uno va dando ejemplos de como es importante luchar.

Se puede observar que el sistema consultante está inmerso en un claro cambio de emoción desde la desesperación y no ver salida, a buscar alternativas plausibles. Se puede observar un cambio conversacional de aquella en que la situación es vivida como un daño inamovible, producto de la injusticia de la cual fueron víctimas, a aquella en que producto del cambio emocional es visualizada de manera diferente.

En relación a la madre, lo que la familia define como “su depresión”, se invita a entenderla, como un gran agotamiento producto de haber tenido que sumar a su rol de dueña de casa y mamá, el rol de trabajadora y sostenedora económica de la familia. Esto es posible al ampliar el foco de mirada, incluyendo el contexto.

En relación al padre, la familia siente que su estadía en la casa es un recordatorio de su fracaso laboral y su marginación social. A partir de esto, se conversa de como su colaboración y trabajo en la casa puede ser un aporte para ir sacando a su familia adelante, más que ser una consecuencia de su fracaso como policía y jefe de hogar.

La familia va compartiendo estas explicaciones alternativas, movilizándose hacia emociones distintas.

v SESIONES SIGUIENTES

En el transcurso de las sesiones siguientes de la terapia, las redes de conversación van cambiando significativamente y con ella, la emoción. A continuación haremos una breve reseña de algunos temas importantes tratados.

• Bajo Rendimiento de Juan

En relación al bajo rendimiento de Juan, se conversa respecto a su desmotivación y flojera como consecuencia de la crisis laboral del padre (explicación que trae a la familia). Se implica la conversación a otros posibles dominios explicativos descubriendo como Juan estaba acostumbrado a una supervisión estrecha y constante de la madre en lo relativo al colegio y al entrar ella a trabajar, él queda a la deriva, moviéndose con mayores libertades, sin exigencias y sin control. Para resolver esto los padres definen un sistema distinto de control respecto al estudio de Juan en el que el padre es el que ejerce la supervisión directa y constante.

Posteriormente los padres muestran los cambios que han ocurrido en Juan, el cual está respondiendo bien al nuevo sistema de supervisión y muestra interés y motivación por sus tareas. El padre está cada vez más involucrado en las decisiones y actividades cotidianas respecto a la casa y los hijos, viviendo esto como un reinsertarse en su familia y disfrutándolo.

• Flexibilización de posiciones

Otro cambio que ellos perciben es más global. Se ven ahora como un núcleo familiar, unido y consistente en la acción. Antes ellos mantenían posiciones separadas y rígidas; el papá trabajaba y sostenía económicamente a la familia y la mamá se hacía cargo de la casa y la crianza de los hijos. El papá era bastante periférico y en este momento, él está involucrándose cada vez más con los hijos, incluso relata que se cuida mucho de no correr riesgos, ya que su familia requiere de él. Antes él no temía a la muerte porque existía una institución que protegería y cuidaría de su familia si él faltaba y ahora no.

Se conversa como en este momento ellos tienen nuevas posiciones que están movilizando a la familia hacia la vida. Lo que se ve concretamente en que están compartiendo distintas actividades cotidianas, las que son disfrutadas por toda la familia.

• “Depresiones” de la madre

Otro tema que aparece es lo que Vania llama sus “depresiones”. La familia las describe como momentos en que ella se pone triste o irritable y en que ve todo negro y reclama por lo sucedido con Enrique. Vania señala que ella no quiere sentirse así, pero no lo puede evitar y se siente culpable porque todos se entristecen. Frente a esto, el padre señala que él la escucha y la consuela y espera que se le pase. El las llama “pataletas”, porque son breves. Vania confirma que son momentos, que luego pasan y ella vuelve a disfrutar de su familia.

El sistema terapéutico va generando la explicación de que todos a su manera tienen pataletas y es la forma en que ellos se dan permiso para expresar sus molestias, penas y enojos, compartiendo la idea de que son breves y poco trascendentes. Al ir relatando las pataletas de cada miembro de la familia, la emoción de esta conversación gira hacia un tono risueño y lúdico, desapareciendo la idea de que la madre está deprimida.

• Niveles de Perfeccionismo Familiar

Otra conversación que surge, se relaciona con el nivel de exigencia con que ellos funcionan y que en ciertas ocasiones no les permite disfrutar, porque los logros alcanzados por ellos en forma individual y familiar no son suficientes.

En forma humorística, la familia comienza a jugar con sus niveles de perfeccionismo, pudiendo rescatar cuándo se dan vacaciones de perfección. Van surgiendo ejemplos de situaciones en que disfrutan de estar juntos y que esto pasa a ser un espacio de permiso para no ser perfectos.

v CONCLUSION

Al finalizar la terapia, el sistema terapéutico se detiene a mirar el proceso. Todos coinciden en que al inicio, la vida, vale decir, lenguaje, emociones y acciones giraban en torno a la destitución del padre y sus consecuencias y cómo todos los problemas que ocurrían eran explicados como una consecuencia de este evento, lo cual hacía imposible poder resolver estos problemas porque no era un suceso que se pudiera revertir. Esto generaba que todos estuvieran inmersos en una emoción de desolación y no tener salida, donde el único camino digno era la muerte.

Ahora la familia ha ido logrando enfrentar los distintos problemas mirados desde hoy, por lo tanto las explicaciones de estas dificultades también son diferentes y ya no se relacionan con la destitución del padre, lo que les permite abrir dominios de realidad diferentes que contengan alternativas y soluciones.

A la vez ha surgido con mucha fuerza la capacidad de disfrutar, de reírse y la convicción de que pueden enfrentar la vida con todo lo que viene.

Referencias.

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2 comentarios:

Unknown dijo...

gracias por la información!!!, estoy realizando un informe sobre el modelo intermedio de realidades consensuales y me fue de gran ayuda su blog, tomando en cuenta la poca información que hay acerca de este modelo.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.