martes, 12 de diciembre de 2006

"Técnicas Proyectivas" Por Paola Andreucci.

Técnicas proyectivas


La enseñanza del Test de Rorschach y de otras técnicas proyectivas, en más de 100 programas de Psicología del país, se ha mantenido a pesar de los vaivenes teóricos y los cambios epistemológicos de los últimos tiempos. Un instrumento que se nutre de la hipótesis proyectiva, racionalista y guestáltica del funcionamiento psicológico, podría haber quedado completamente arcaica y desplazada frente y por los lineamientos teóricos post-modernos, post-racionalistas y constructivistas. Sin embargo, la enorme plasticidad y flexibilidad de "las manchas" - estímulos del Rorschach, sustentada en fundamentos aperceptivos de enfrentamiento a la realidad - percepción, distorsión aperceptiva, proyección - posibilita la concurrencia de lecturas diversas del material, diferentes de las psicoanalíticas clásicas; de vertiente inglesa y anglosajona, fundamentalmente. Toda teoría que sustente un eje estructurante del aparato psíquico o de la experiencia humanas (Yo, Sí mismo, Organización de Significado Personal, Identidad, Representación de Sí, entre otros) puede beneficiarse del Rorschach en cuanto su valor diagnóstico y, sobre todo, pronóstico. Este "eje estructurante" se plasma al Rorschach en sus variados y polivalentes sistemas de control (controles cognitivos, interno, afectivo, inhibitorio, alternativos, integrativos) que cruzan tanto su lectura vertical - del psicograma - como horizontal - de las hipótesis por lámina, en tanto ancla en el simbolismo. El análisis propuesto del material, recoge la tradición del Rorschach formal que enfatiza los aspectos descriptivo-fenomenológicos del material, extrayendo el significado de la producción en la relación de indicadores y en las verbalizaciones de sentido que el propio evaluado aporta. Al mismo tiempo, articula en su comprensión lineamientos temáticos, fenómenos especiales, análisis de operaciones defensivas, análisis de contenidos e interpretación simbólica del material.

Es, a mi parecer, una forma impropia de cercenar el material entregado al Rorschach, optar sólo por un tipo de análisis de la información obtenida. Similar condición reviste el cercenamiento del número de reactivos del test, que ha logrado cierta popularidad en medios laborales, apelando a cuestiones relativas al valor simbólico absoluto de los estímulos, descontextualizándolos y castrando su lectura narrativa-secuencial en virtud a criterios estructurales, topográficos y guestálticos, del todo arbitrarios y al menos insuficientes.

El más claro ejemplo de lo anterior, resulta el uso caso indiscutido de la Lámina IV en procesos de selección de personal, ya que ésta irrestrictamente respondería, en todos los casos, a la figura de autoridad; del padre edípico. ¿Qué ocurre, entonces, cuando existe Fracaso, Rechazo y/o Shock sin reposición en esta lámina? ¿Qué atención merecen las temáticas, por ejemplo propuestas por Schafer, referidas a narrativas de poder, autoritarismo y castración, plasmadas a lo largo de todo el material Rorschach? ¿Cómo se pesquisa la secuencia y, una serie de fenómenos especiales propuestos por Passalacqua y col., si se aplican sólo tres o cuatro láminas del Rorschach?. A lo menos, entonces, se puede aventurar que el análisis del material resultará parcial, sesgado y distorsionado.

El cómo utilizar el Rorschach y por extensión, otros instrumentos proyectivos, y en qué contextos administrarlos, resulta otro aspecto de preocupación para nuestro gremio e incentiva esta reflexión pública.

Es un hecho, cada vez más común, que la denominada "prueba de las manchas" aparezca en los más insólitos e ignominiosos contextos públicos; en películas comerciales, en programas de televisión de dudosa seriedad científica, en diseños de poleras, en portadas de libros de especialidad y de no especialidad, en las páginas interiores de revistas sensacionalistas, entre otros. Frente a ello, los psicólogos no nos hemos pronunciado con determinación respecto de este claro mal uso y abuso de material técnico que, no sólo se desprestigia en cuanto su objetivo de construcción, sino que se publicita entre legos perdiendo inevitablemente sus cualidades de sensibilidad, validez y confiabilidad como instrumento científico, propio de nuestra especialidad.

No sólo la administración de este tipo de técnicas debe ser realizada por psicólogos especialistas en la materia, sino también su corrección, análisis e interpretación requiere de la formación del psicólogo en materias (psicopatología, teorías de la personalidad, psicometría, construcción de tests psicológicos, salud mental, entre otras) que hacen productiva la formulación de hipótesis y el inclinarse por determinadas vertientes comprensivas, diagnósticas y/o pronósticas, en lugar de otras. Es bien sabido en el medio que el o los instrumentos "no hablan en sí mismos"; es el profesional quien ilumina sus apreciaciones resultantes de un acumulado teórico, clínico y experiencial, a partir de los resultados emanados de los instrumentos administrados, desplegados en un proceso de evaluación psicodiagnóstica.

Por otra parte, dado que la atracción y curiosidad generada por el Rorschach y otras técnicas proyectivas y expresivas resultan evidentes, la cautela y profesionalismo en su administración, análisis e interpretación se imponen como tareas ineludibles en la enseñanza y aprendizaje de este tipo de instrumentos. En este sentido, no compartimos posturas extremas que enfatizan la disociación del material; puramente "cuantitativo" o puramente "cualitativo". El psicograma estructural o eje vertical de las técnicas proyectivas, expresivas y temáticas otorga, como lo señala su denominación, la "estructuración psíquica" donde se moviliza la "dinámica temático - narrativa y defensiva" del sujeto. La práctica y ejercitación de aspectos de administración de las técnicas deben ser incorporadas a los cursos regulares, optativos y/o pre prácticos, y en lo específico en un espacio de postítulo, de tal modo de evitar al máximo posible la aplicación de los instrumentos por parte de nuestros formandos a sus conocidos y amigos para "ensayar", constituyendo ésto una mala praxis. Luego acuden con esos protocolos, en el mejor de los casos, al especialista para que los oriente tanto en aspectos de codificación, análisis e interpretación del material, como desde nuestro punto de vista el aspecto más sensible, en la estrategia de planificación de la devolución de la información. Una devolución pertinente, completa y graduada requiere, a juicio de nuestro equipo de trabajo, responder a un objetivo de evaluación claramente formulado y compartido, lo que no ocurre en el caso de "voluntarios conocidos y amigos bien dispuestos" ni tampoco de "postulantes a un Concurso de Belleza". Un público objetivo que requiera para su clarificación diagnóstica, pronóstica y/o planificación de las intervenciones terapéuticas, de las bondades del Rorschach y otras técnicas que se derivan de éste, no reduce la información arrojada por los instrumentos a beneficio de inventario, no incurre en costos adicionales, de diverso origen, y se fundamenta en objetivos de evaluación éticamente sustentables.

Evaluar por evaluar, por tanto, sin objetivos claros, pertinentes y oportunos, en un escenario no diseñado para ello (clínico, organizacional, educacional, jurídico-forense), realizado como un ejercicio público que reviste mayor interés para el que evalúa que para el evaluado(a), efectuado por un inexperto en la(s) técnica(s) y en las materias que involucra una adecuada praxis con instrumentación psicológica, utilizando inapropiadamente el poder e influencia que otorga la difusión y atracción entre legos, nos resulta inadmisible como gremio y merece toda nuestra reprobación.



Paola Andreucci AnnunziataPsicóloga,
Universidad de Chile
Supervisora Clínica Acreditada
Secretaria General Comisión Nacional de Acreditación de Psicólogos Clínicos especialistas en Psicoterapia
Ex Secretara General Asociación Latinoamericana de Rorschach y otras técnicas proyectivas

2 comentarios:

Anónimo dijo...

estas técnicas proyectivas, validadas por "algunos"psicólogos, en ningún caso por la ciencia.. deberían estar en desuso hace mucho tiempo, solo me explico su uso, para justificar el sueldo de los psicólogos laborales o un obsesivo afán académico por alguno clínico. ante cualquier científico de las ciencias exactas, estas pruebas(ro,z.lusher, graficos)no significan nada...

Anónimo dijo...

A mi parecer, el comentario anterior no puede sino ser producto de la ignorancia, en el buen sentido de la palabra y en ningún caso buscando molestar o denigrar, sino más bien en el sentido de quien no sabe o ignora, en este caso, el fondo de las técnicas proyectivas, las pruebas estrictas de validación (en especial el Rorschach) a que han sido sometidas, los innumerables estudios por años y por todo el mundo que se han llevado a cabo para permanentemente validarlos y re validarlos. Quien no tiene conciencia finalmente del fenomeno psiquico, del fenomeno humano en ultima instancia, no puede saber y menos aun entender el invaluable aporte que significan.